Podéis leerlo en el siguiente enlace: Organizar los deberes
De todos modos os dejo las recomendaciones básicas a seguir para organizarlas.
- Crear un espacio de estudio: Los niños necesitan de una habitación tranquila con una mesa con iluminación suficiente. No vale hacer los deberes en el suelo o encima de la cama o tener encendida la televisión, la radio o el equipo de música.
- Organizar el tiempo de estudio: Los padres han de tener una actitud positiva y transmitir el valor de su esfuerzo en casa, además de enseñarles cómo organizar sus deberes. Junto con el niño hay que analizar las tareas para determinar el grado de atención que requiere cada una de ellas, y a partir de ahí, hay que organizarlas. Empezando por una actividad que requiera de un esfuerzo medio, para pasar a la tarea que más atención precise y terminar con las tareas fáciles.
- Realizar una supervisión sutil: No es conveniente que los niños vean que estamos encima de ellos todo el rato, o que controlamos su estudio demasiado. El tiempo de estudio ha de contribuir a crear el hábito necesario y la responsabilidad e independencia, necesaria para crecer en sus estudios.
- Implicación en las tareas: Es importante que el niño vea que sus padres están implicados en su educación, visitan a su profesor y que se interesan por su evolución. También en casa sería conveniente que el niño viera que mientras estudia o hace sus deberes, sus padres están haciendo algo parecido (se puede aprovechar el tiempo en revisar las cuentas, enviar emails, leer...). El efecto imitación tiene mucha fuerza e importancia en el niño.
- Colaborar con los deberes: No es aconsejable dejar toda la responsabilidad de la educación en el profesor o en el colegio. Es conveniente que los padres revisen los deberes de sus hijos, les pregunten y ayuden a resolver las dudas, vean cómo estudian y cómo organizan sus cuadernos. Estar en contacto con los niños a través de los deberes permite centrar esfuerzos al ver las fortalezas o debilidades.
- Estar atentos a las dificultades: Acompañar en el estudio permite identificar posibles dificultades como falta de concentración, de memoria, de ortografía, de comprensión, etc., y tomar las medidas adecuadas sin perder tiempo.
- Establecer un horario adecuado: De esta forma al niño le resultará más fácil saber lo que tiene que hacer en cada momento y centrarse mejor en cada actividad. Ha de quedarle tiempo libre para jugar, algo que debemos promover, y no olvidar que el juego es también educación y mucho más si se comparte con él.
Tan
importante es cumplir las obligaciones escolares, como realizar sus
actividades extraescolares y de ocio, reservando tiempo para el juego y
el aprendizaje en casa. Adquirir el hábito de estudio, ejercitar la
comprensión o la memoria son fundamentales, pero también su tiempo
libre. Leer, hacer manualidades, desarrollar estrategias en los juegos
de lógica, tocar algún instrumento, o ver la tele en inglés, juegan un
papel decisivo en su desarrollo.
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